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El reconocimiento de la sostenibilidad está en pleno apogeo. Está tocando todas las dimensiones del mundo empresarial, y muchas organizaciones han tenido que hacer ajustes.
Los envases son especialmente propensos a verse afectados, ya que incluyen muchos materiales que pueden dañar el medio ambiente. Como cada vez hay más consumidores con conciencia ecológica, que toman decisiones de compra teniendo en su impacto al medioambiente, la industria está tratando de encontrar alternativas. Esto, a su vez, afecta a toda la cadena de suministro.
Por ello, a continuación, se exponen algunas tendencias y cambios hacia los que se dirige la industria de los envases para ser más sostenible.
Mientras que el uso de materiales reciclables en los envases es extremadamente popular, el uso de materiales reciclados no lo es. Esto se debe a que el plástico reciclado de alta calidad es difícil de conseguir. También existe la preocupación por la seguridad del plástico reciclado cuando se utiliza para productos alimenticios y bebidas.
La conciencia pública sobre este tema está aumentando, y la demanda de productos que contienen plástico reciclado de alta calidad seguirá el mismo camino. Pronto, los plásticos de un solo uso serán inaceptables para los consumidores y cualquier empresa que se haya quedado atrás en esta cuestión tendrá un obstáculo que superar.
Por ello, las alternativas están empezando a entrar en el mercado con mucho ímpetu.
Los envases sin plástico se están utilizando poco a poco para sustituir al plástico de un solo uso. Algunas alternativas son el vidrio o el metal, pero suelen ser caras. Aunque algunos consumidores están dispuestos a pagar un poco más por estas opciones, la demanda no es todavía lo suficientemente fuerte para que algunas empresas justifiquen el aumento de precio que conllevan estos materiales.
Mientras que algunos plásticos de origen vegetal entran en esta categoría, otras alternativas biodegradables o reutilizables son más deseables. El papel ha sustituido a las pajitas de plástico y a las bandejas de comida, por ejemplo. También vemos en el mercado envoltorios de cáñamo, espuma de poliestireno con hongos, etc. Incluso hay un esfuerzo por desarrollar envases comestibles para alimentos. Esto nos lleva al territorio de los residuos cero.
El uso de envases que tienen una función es una tendencia que esperamos que se mantenga. La gente simplemente se siente mejor con su compra cuando no hay nada que tirar a la basura. Deja menos huella de carbono y siente que su dinero está bien gastado.
Además de las opciones comestibles, los materiales que se convierten en otros productos son grandes soluciones. Por ejemplo, las toallitas se utilizan como envase para el jabón.
Aunque encontrar estas soluciones puede ser difícil, merecen la pena moral y monetariamente. Y aunque la cadena de suministro tendrá que adaptarse, adelantarse a estas tendencias dará una ventaja en el futuro.
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