Recomendaciones para el onboarding de un candidato expatriado

Uruguay es un país muy atractivo para talentos provenientes de países latinoamericanos, pero también de otras latitudes. Cada vez son más los profesionales que aceptan contrataciones locales. Si bien es cierto que no siempre cuentan con todos los beneficios que conlleva ser expatriado -tales como posesiones libres de renta: de casa, auto, educación de los hijos, plan de salud familiar, hiring bonus, golden parachute, etc.-, no cabe duda de que se brindan muchos servicios, tal vez menos monetizables. Se ofrece una compensación más elevada que la que puede llegar a tener un trabajador local, pero no son escalables los beneficios de un expatriado de forma corriente.

De los beneficios que hemos visto en clientes que han contratado efectivamente a extranjeros para operar en suelo nacional, se pueden mencionar 3, y aunque tienen un componente económico inicial, no es posible monetizarlo en el largo plazo durante toda la relación laboral.

Básicamente se ofrece asistencia en la inserción local, recomendación y ayuda en alquiler de vivienda, colaboración en trámites pertinentes, y todo el soporte soft de la llegada al país. Por otro lado, se ofrece el pagar la vivienda por un período de 12 meses, así como el plan de salud familiar en caso de requerirse. Además de esto, y dependiendo de la posición del profesional en la empresa, se pueden encontrar otros beneficios, como company car o diversos esquemas de bonos o premios anuales.

"Un aspecto fundamental que las empresas tienen que tener en cuenta a la hora de desarrollar su proceso de onboarding para expatriados es la cultura; no sólo de la empresa, sino también del país de origen y el país de destino, para evitar roces que puedan afectar su rendimiento en el mediano plazo." - Alejandro Deal, Manager en Michael Page Uruguay.

De hecho, según un estudio de Harvard Business Review, el 10%-20% de los profesionales expatriados retornan a sus países de origen porque tuvieron dificultades para ajustarse a la cultura del nuevo país, y un tercio de quienes se quedaron no tuvieron el rendimiento esperado.